Existen ciertos tipos de cáncer asociados a mayor riesgo de fibrilación auricular. Así lo determina un estudio publicado en JACC: CardioOncology. Entre los cánceres sólidos, el de esófago es el que conlleva un mayor riesgo de padecer fibrilación auricular, mientras que el de estómago presenta la asociación más baja.
“Las guías de fibrilación auricular apoyan el screening activo; es decir, poner en marcha estrategias destinadas a detectar esta enfermedad en pacientes sin síntomas. Pero no se puede hacer screening activo a todos los pacientes con cáncer. Por tanto, conocer los tumores que tienen más prevalencia de fibrilación auricular es imprescindible para saber en qué pacientes hay que hacer el screening para prevenir la aparición de esta arritmia y las complicaciones que se asocian a ella”, concluye la doctora Teresa López Fernández, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cardio-Oncología de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
En España, se estima que más de un millón de personas padecen fibrilación auricular, que es la arritmia cardiaca más frecuente. Aparte, unas 90.000 estarían sin diagnosticar. Pero su incidencia es aún mayor entre los pacientes con cáncer: el estudio REGARDS mostró que estos presentan un riesgo un 20% superior de desarrollar fibrilación auricular que la población sin cáncer, incluso en ausencia de tratamiento onco-hematológico y tras ajustar por edad, enfermedad cardiovascular y otros factores de riesgo de fibrilación auricular.
La Dra. López Fernández explica que el mayor riesgo de padecer fibrilación auricular en pacientes con cáncer tiene que ver tanto con la cardiotoxicidad de los fármacos onco-hematológicos como con la propia neoplasia. “Hay una serie de factores, como la hipertensión arterial, la obesidad o el sedentarismo, que favorecen el desarrollo de esta arritmia, y que están vinculados también a una mayor prevalencia de cáncer”, dice. Por otro lado, los pacientes con cáncer tienen más riesgo de infecciones o de padecer anemia, así como otras complicaciones que favorecen la aparición de fibrilación auricular.
“Hasta ahora no hay una guía de cómo manejar esta arritmia en los pacientes con cáncer activo y en ese texto proporcionamos un enfoque multidisciplinario y práctico para guiar la atención clínica”, explica la Dra. López Fernández.
La Asociación Europea del Ritmo Cardiaco (EHRA) ha puesto en marcha un programa de investigación, financiado mediante gran dotación económica por la Comisión Europea dentro del programa Horizonte 2020, en el que participan 14 entidades de diversos países europeos. “Este proyecto parte de la base de que los pacientes con fibrilación auricular tienen diversas comorbilidades, como enfermedades respiratorias, neurológicas, o cáncer, entre otras; de forma que su manejo actual es muy fragmentado e ineficiente”, indica el Dr. José Luis Merino Llorens, presidente electo de la Asociación Europea del Ritmo Cardiaco.
El proyecto se llevará a cabo en diferentes fases.
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