La pandemia de la Covid-19 ha afectado a millones de personas en todo el mundo, y aunque muchas se recuperan del virus, otras siguen experimentando síntomas durante semanas o meses tras su infección inicial. Cuando esto ocurre le llamamos «COVID de larga duración» o COVID persistente, “condición post COVID-19” y “Long COVID”. En este artículo, exploraremos su definición, síntomas, personas afectadas e investigaciones actuales sobre esta afección de salud en curso.
¿Qué es el COVID persistente?
En octubre de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer la definición oficial de COVID persistente. Hoy se estima que hay entre el 10% y 20% afectados.
“La afección conocida como COVID persistente ocurre en personas con antecedentes de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente 3 meses después del inicio, con síntomas que duran al menos 2 meses y sin que pueda explicarse con un diagnóstico alternativo”
Según el último registro del Ministerio de Sanidad se han sido diagnosticados un 1.100.000 paciente de Long Covid en España. Todo un desafío para la sanidad española ya que estas personas requieren una atención integral y continua. “Probablemente un 10% de los pacientes que hemos estado infectados hoy en día tendrían o tendríamos síntomas relacionados con la COVID Persistente.”, asegura el Dr. Francisco Mera Cordero, director de la Unidad de Long COVID, síndromes postvirales en Clínicas Blue Healthcare.
Long Covid: una enfermedad no definida
Según el informe de Statistics Canada, “casi el 80 % de las personas con síntomas a largo plazo los tienen durante seis meses o más, y el 42% que los tuvo durante un año o más”. Los síntomas de estos pacientes no son comunes, tampoco la duración de su proceso.La padecen tanto los pacientes que ha tenido episodios previos más graves como los que han experimentado de la manera leve.
Sin embargo, el único denominador común es la pérdida de calidad de vida que experimentan; algunos han tenido que dejar de trabajar, otros han reducido su vida social, y una gran mayoría se han sentido desatendidos por el desconocimiento sobre esta nueva enfermedad.
Sintomatología del Long COVID
Se han detectado hasta 50 síntomas relacionados con la COVID-19 persistente, que pueden o no presentarse.
- Falta de aliento, tos persistente. debilidad, dolor torácico, mareos, fiebre.
- Síntomas neurológicos: dificultades cognitivas, «niebla cerebral», problemas de memoria, alteraciones del sueño, cefaleas, parestesias.
- También se suele notificar la pérdida del gusto y el olfato, junto con la fatiga y el dolor musculoesquelético continuo.
- Trastornos gastrointestinales como: pérdida de apetito, náuseas, diarrea y dolor abdominal e incluso alteraciones del microbiota.
- Síntomas cardiovasculares: palpitaciones y cambios de la tensión arterial, entre otros.
- Trastornos reproductivos y endocrinos: cambios en los ciclos menstruales, en las relaciones sexuales, alteraciones en la glándula tiroides, etc.
- Problemas dermatológicos: sarpullidos, caída del pelo, alteraciones en las uñas, cambios en la piel, nuevas alergias.
- Problemas psicológicos: ansiedad, depresión y niveles elevados de estrés, mientras afrontan los efectos continuos de la enfermedad.
¿Qué desencadena el Covid de larga duración?
Aún no hay unas causas claras. Algunos investigadores barajan que la persistencia de la infección viral en ciertos tejidos u órganos y la la respuesta de nuestro sistema inmune podrán estar en factores como:
- Una respuesta inflamatoria tardía, denominada tormenta inflamatoria o tormenta de citocinas, que puede resultar de la infección inicial o de reacciones inmunológicas y metabólicas posteriores.
- La presencia de anticuerpos en el organismo también puede desencadenar alteraciones en la función inmunitaria.
- Las alteraciones metabólicas o de la microbiota.
En este sentido, el especialista de Blue Healthcare advierte que «una infección, en este caso la persistente, es un proceso inflamatorio del sistema inmune, del metabolismo, que produce la inflamación de todo nuestro sistema orgánico. Por lo tanto, aquellas actividades o estilos de vida saludables que ayuden a tener una vida menos antiinflamatoria, es decir, una dieta rica en alimentos frescos o evitar los procesados, tener actividad física, hacer ejercicio, también la gestión del estrés. El estrés es realmente un arma de la cual se valen los procesos inflamatorios, produciendo una disfunción también en el sistema inmunitario”.
Tratamiento para el Long COVID
Si estás leyendo este artículo y sospechas que puede ser tu caso. La primera medida es confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado para paliar los síntomas. Es imprescindible hacer una evaluación integral de los antecedentes de infección por COVID-19, el análisis de los síntomas persistentes y descartar otras posibles causas.
Para evaluar el alcance y la naturaleza de los efectos persistentes de la COVID-19 se realizarán pruebas y evaluaciones adicionales: análisis de sangre, pruebas de la función pulmonar y evaluaciones neurológicas.
Dada la diversidad de manifestaciones de la COVID-19 a largo plazo, el enfoque terapéutico es muy amplio y puede incluir desde el abordaje de síntomas específicos, la rehabilitación pulmonar, psicoterapia, fisioterapia musculoesquelética hasta logopedia, terapia ocupacional, ejercicio gradual, entre otras. Un enfoque holístico que tenga cuenta tanto los aspectos físicos como emocionales.
El Dr. Mera de la Unidad de Long Covid, síndromes postvirales en Clínicas Blue Healthcare aclara que el perfil del paciente con condición de Covid-19 es en un 80% de los casos el de mujeres de mediana edad ( 30 y 50 años), en edad reproductiva y edad laboralmente activa. Aunque también se dan casos entre adolescentes de entre los 15 a los 17 años.
Pautas de prevención
En este punto hay que tener en cuenta las recomendaciones de la OMS y que desde el inicio de la pandemia han demostrado ser las medidas más eficaces. Para evitar contraer la infección debemos:
- Medidas sociales y de salud pública como el distanciamiento social y el uso de mascarillas
- Medidas de higiene habituales en la prevención de virus, como los que causan también la gripe y los resfriados, entre otros muchos.
“Aquellas actividades o estilos de vida saludables que ayuden a tener una vida menos inflamatoria, es decir, una dieta rica en alimentos frescos o evitar los procesados, tener actividad física, hacer ejercicio, también la gestión del estrés. El estrés es realmente un arma de la cual se valen los procesos inflamatorios, produciendo una disfunción también en el sistema inmunitario”, advierte el Dr. Mera, experto en Covid en las clínicas Blue Healthcare.
Un organismo sano y fuerte inmunitariamente será capaz de reducir el riesgo de COVID persistente, así como combatir la persistencia viral y la inducción a la inflamación que produce.
- Respetar los ritmos circadianos. tener unos horarios acordes, ser rutinario, una rutina, el comer a una hora no más allá de las dos de la tarde, por ejemplo, cenar a una hora.
- Una alimentación saludable, variada y con todos los nutrientes: proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales. Reforzar el sistema inmunitario y antioxidante con suplementación oral y/o sueroterapia.
- Sueño reparador de siete-ocho horas de sueño que son antiinflamatorias. Nos protegen ante enfermedades no sólo como Covid Persistente, sino otras patologías degenerativas inflamatorias o del sistema cardiovascular.
La unidad especial de Blue Healthcare, en Madrid tratamos eficazmente esta patología. Hacemos tanto visita online como presencial. Analizamos y tipificamos al paciente para descartar si padece covid persistente y verificarnos el grado de daño que padece para precisar el tratamiento requerido.
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