GLP-1 y GIP: Las hormonas que están revolucionando el control del peso y la diabetes

GLP-1 y GIP: Las hormonas que están revolucionando el control del peso y la diabetes

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¿Todavía no sabes que mantener la salud metabólica bajo control es clave para una buena salud general? Pues ya lo sabes. Y ahora vamos a contarte que hay dos hormonas que han ganado atención en los últimos años y que están transformando el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2. Nos referimos a la GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) y a la GIP (polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa). En el mercado existen fármacos como Wegoby, Ozempic, que han demostrado el potencial han demostrado el potencial de mejorar el control de la glucosa y favorecer la pérdida de peso, siendo clave en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2.

¿Quieres conocer mejor a estas dos hormonas?

Estas dos hormonas, que forman parte del sistema endocrino del intestino, están siendo el foco de estudios prometedores. Hace unos días la prestigiosa revista científica Nature publicaba un artículo (https://www.nature.com/articles/d41586-024-03074-1) que subraya su potencial para mejorar el control del peso y el manejo de la diabetes.

Ambas hormonas, GLP-1 y GIP, son parte de un grupo llamado incretinas, que ayudan a regular cómo funciona nuestro metabolismo. Estas hormonas se liberan en el intestino después de comer y su función principal es decirle al páncreas que libere insulina, lo que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre.  A continuación, te explicamos cuál es su funcionamiento.

  • GLP-1: Se libera después de las comidas y tiene múltiples efectos. No solo estimula la secreción de insulina, sino que también reduce la producción de glucagón, una hormona que incrementa los niveles de glucosa en sangre. Además, el GLP-1 retrasa el vaciamiento gástrico, lo que aumenta la sensación de saciedad, ayudando a controlar el apetito y, por ende, el peso corporal.
  • GIP: Esta hormona también promueve la secreción de insulina, aunque su papel en la regulación del peso es menos directo que el del GLP-1. Sin embargo, estudios recientes sugieren que cuando se combina con GLP-1, el GIP puede tener un impacto significativo en la pérdida de peso, modulando el metabolismo de manera sinérgica.

El impacto de GLP-1 y GIP en el control de la diabetes tipo 2

Si has llegado hasta aquí leyendo es porque te preocupa tu resistencia a la insulina y tu peso actual. En ese caso, debes saber que estas hormonas mejoran la respuesta del cuerpo a la insulina, lo que permite un mejor control de los niveles de azúcar en sangre.

Los tratamientos que usan medicamentos llamados agonistas del receptor de GLP-1 han mostrado muy buenos resultados en personas con diabetes tipo 2. Estos medicamentos imitan la función de la hormona GLP-1, lo que ayuda al cuerpo a producir más insulina cuando los niveles de azúcar en sangre están altos y, al mismo tiempo, reduce otra hormona llamada glucagón, que aumenta el azúcar en la sangre. Además, muchas personas que usan estos medicamentos también pierden peso, lo que mejora la respuesta del cuerpo a la insulina y reduce el riesgo de complicaciones por la diabetes.

Recientemente, los investigadores han empezado a combinar agonistas que actúan tanto en los receptores de GLP-1 como en los de GIP. Esta combinación parece ser más efectiva para controlar el azúcar en sangre y también para ayudar a las personas con diabetes tipo 2 y obesidad a perder peso.  Como sabrás ahora se comercializan fármacos que han logrado este efecto sinérgico. Es decir, ambas hormonas trabajando juntas logran mayores beneficios que por separado. Este tipo de tratamiento no solo mejora el control del azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2, sino que también facilita la pérdida de peso de manera más eficaz.

GLP-1 y GIP en la pérdida de peso

 La obesidad es un factor de riesgo no solo para la diabetes, sino también para una serie de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Para muchas personas, perder peso y mantenerlo puede ser un desafío, y aquí es donde las terapias basadas en GLP-1 y GIP están mostrando resultados alentadores.

El GLP-1 ayuda a que las personas se sientan más llenas por más tiempo porque ralentiza el vaciamiento del estómago. Esto significa que el deseo de comer disminuye y, como resultado, se consume menos comida, lo que lleva a una pérdida de peso. Por ejemplo, pensemos en Ana, una mujer de 45 años con sobrepeso que ha luchado durante años por bajar de peso solo con dietas. Después de empezar un tratamiento con un medicamento basado en GLP-1, Ana nota que no siente tanta hambre como antes, y sus porciones de comida disminuyen sin esfuerzo. En solo unos meses, ha perdido 8 kilos, algo que nunca había logrado solo con dietas.

Por otro lado, el GIP ha demostrado ayudar a regular la grasa corporal. Cuando se combina con GLP-1, los resultados en la pérdida de peso son aún más efectivos. Siguiendo con el caso de Ana, después de varios meses de tratamiento con un medicamento que combina GLP-1 y GIP, no solo continúa perdiendo peso, sino que también nota una mejora en su metabolismo. Se siente más activa y sus niveles de energía aumentan, lo que le permite incorporar más ejercicio a su rutina diaria. Este tipo de combinación de medicamentos está mostrando resultados muy prometedores en ensayos clínicos, ayudando a personas como Ana a perder peso de forma más eficaz y a mejorar su salud general.

Nuevos medicamentos

En los últimos años, ha habido un rápido avance en el desarrollo de medicamentos que aprovechan el poder de las hormonas GLP-1 y GIP para tratar tanto la diabetes tipo 2 como la obesidad. Medicamentos como Ozempic y Wegovy, que contienen semaglutida (un agonista de GLP-1), han ganado popularidad gracias a su capacidad para mejorar el control de la glucosa y facilitar una significativa pérdida de peso.

Más recientemente, los investigadores han desarrollado agonistas duales, como la tirzepatida, que actúan tanto sobre los receptores de GLP-1 como de GIP. Este enfoque dual ha captado la atención de la comunidad médica por sus resultados asombrosos. En estudios clínicos, los pacientes tratados con tirzepatida han perdido entre un 15% y 20% de su peso corporal después de varios meses de tratamiento, una cifra mayor en comparación con otros tratamientos. Además, este medicamento no solo mejora la regulación de la glucosa y la secreción de insulina, sino que también reduce el apetito y disminuye el almacenamiento de grasa, lo que lo convierte en una herramienta poderosa en el manejo de la obesidad y la diabetes tipo 2.

Abordaje futuro para la diabetes tipo 2 y la obesidad

Al principio de esta entrada, nos referíamos a artículo publicado en Nature. En él se deja claro  cómo la investigación en estas hormonas continúa avanzando y abre nuevas puertas para tratamientos aún más efectivos y personalizados. La posibilidad de combinar terapias o desarrollar nuevas moléculas que aprovechen el poder de estas hormonas plantea un futuro esperanzador para millones de personas que luchan con problemas de peso y enfermedades metabólicas. Un enorme potencial con el que se podría hacer frente por ejemplo a una de las principales epidemias a nivel global: la obesidad

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