Dra. Elena Alonso Villán y Dr. Francisco Recio Valcarce, Neumología infantil en Blue Healthcare
La bronquiolitis es la infección respiratoria aguda más frecuente en menores de 1 año. Produce inflamación de los bronquiolos, las vías respiratorias más pequeñas, por lo que éstas se llenan de secreciones e impiden al niño hacer el intercambio de gases de forma correcta.
Habitualmente está causada por virus, siendo el más frecuente el virus respiratorio sincitial o VRS (70-80%).
Afecta fundamentalmente a lactantes con edad inferior a 24 meses, si bien, la mayor gravedad e incidencia se sitúa por debajo de los 12 meses y en especial en niños menores de 3-6 meses.
En los 2 últimos inviernos, con las medidas de prevención puestas en marcha durante la pandemia por COVID19, hemos sido testigos de un descenso muy significativo en infecciones por virus respiratorios incluido el VRS, y por tanto del número de casos de bronquiolitis. Pero los expertos prevén que la «típica epidemia invernal de bronquiolitis» vuelve a reaparecer este invierno, como lo hacía en la «era pre-Covid».
Diferencia entre bronquiolitis y bronquitis y por qué saber diferenciarlas.
Tabla de contenidos
ToggleA diferencia de la bronquiolitis, la bronquitis cursa con tos productiva y mucosidad, sin dificultad respiratoria. Puede asociar dolor retroesternal producido por el exceso de tos. Ambas entidades no tienen tratamiento curativo ya que son producidas por virus.
Hay que llevar a cabo medidas de confort:
- Lavados nasales con suero fisiológico
- Posición semi incorporada
- +30º sobre todo al dormir
- Evitar el humo del tabaco, comidas fraccionadas y menos abundantes
¿Qué niños son de alto riesgo?
Los lactantes que pueden ser considerados de alto riesgo para el desarrollo de una bronquiolitis grave son: los menores de 3 meses de edad, los niños que han sido prematuros o aquellos que tengan alguna enfermedad como cardiopatías congénitas, displasia broncopulmonar, enfermedades neuromusculares… Todos ellos tienen más probabilidades de ingresar en una unidad de cuidados intensivos pediátricos y requerir intubación y ventilación mecánica durante períodos prolongados.
Síntomas de bronquiolitis. Infección respiratoria.
En los primeros días la infección cursa como un catarro normal. A partir de las 48-72 horas de infección comienza la inflamación en los bronquiolos iniciándose entonces la sintomatología típica de la «bronquiolitis como tal». Esta se manifiesta principalmente por aparición de dificultad respiratoria y los síntomas que nos hablan de ella: respiran más rápido y con mayor dificultad, se les marcan las costillas al respirar o la parte superior del esternón o presentan lo que llamamos bamboleo abdominal. Además de esos síntomas los lactantes con bronquiolitis pueden presentar fiebre, tos, vómitos o rechazo de la alimentación.
Al ser un virus el causante de la enfermedad, y tal y como hemos aprendido en los últimos dos años, no hay tratamiento curativo.
El tratamiento de la bronquiolitis en bebés es sintomático y se basa en las siguientes recomendaciones:
- Retirar la mucosidad de la nariz con lavados con suero fisiológico o soluciones salinas.
- Colocar al bebé en posición semi-incorporada, elevando el cabecero para ayudar a que respire mejor.
- Ofrecer agua abundante para evitar la deshidratación y favorecer que el moco esté fluido y se elimine mejor. Si toma pecho, ofrecer con frecuencia.
- Haremos que las comidas o tomas del lactante sean más frecuentes pero de menos duración y volumen.
Si a pesar de todo ello el bebé presenta signos de dificultad respiratoria como los que hemos descrito previamente, vómitos frecuentes o rechazo de la alimentación, es recomendable que sea valorado por un pediatra.
Bronquiolitis en bebés ¿Cuándo acudir al pediatra?, ¿Cuáles son los síntomas de alarma que nos indican contactar con el pediatra?
- Si el niño tiene mucha dificultad respiratoria: tiene una frecuencia respiratoria superior a 30-35 respiraciones en un minuto, hunde el pecho y se le marcan mucho las costillas al respirar. Es importante hacer siempre un lavado nasal para comprobar si mejora la dificultad respiratoria tras el mismo.
- Si come muy poco, menos de la mitad de lo habitual.
Cuando las medidas generales no son suficientes, puede ser necesario ingresar al bebé. El objetivo de este ingreso es el de administrar oxígeno en el grado que precise mientras la inflamación dificulte el intercambio de gases, y la administración de sueroterapia intravenosa si la ingesta es muy pobre para evitar la deshidratación.
¿Cuándo acudir a urgencias directamente por bronquiolitis en bebés?
Si tiene mucha dificultad respiratoria, sobre todo si la frecuencia respiratoria es superior a 50 respiraciones por minuto o si hace pausas de apnea (deja de respirar más de un segundo). – Si presenta coloración pálida o azulada. – Si presenta mal estado general, está muy irritable o adormilado.
Es muy importante saber y recordar que el virus de la bronquiolitis es muy contagioso y que a nosotros los adultos nos genera síntomas catarrales banales, pero en el caso de nuestros pequeñitos el curso de la infección puede ser diferente tal y como hemos explicado. Se transmite por aerosoles o gotitas que se generan al respirar, toser, estornudar y al tocar superficies u objetos en los que el VRS puede permanecer durante horas.
Las medidas de prevención son lo más importante.
Por todo ello, y al igual que con el coronavirus en el adulto. Recuerda:
- Lavarte las manos de forma frecuente
- Emplear pañuelos de papel desechables
- No llevar a los niños a la guardería mientras estén enfermos
- Evitar que los adultos con infecciones respiratorias (aunque sea un catarro leve), se acerquen al niño, de forma más estricta cuanto más pequeño es el bebé. Como ya no nos resulta extraño, si es la visita es imprescindible, se recomienda el uso de mascarilla FFP2 y evitar el contacto directo con el bebé.
- Evitar el humo del tabaco y los ambientes muy concurridos