Guía básica para conocer qué es la mastocitocis sistémica

Mastocitosis, la enfermedad de la alergia

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¿Sabías que la mastocitosis sistémica podría estar afectando a muchas personas sin que lo sepan? Esta rara enfermedad de origen genético surge debido a un desequilibrio inmunológico o a causas alérgicas, y es crucial entender cómo puede impactar la vida diaria de quienes la padecen.

El Dr. Iván Álvarez Twose, destacado especialista en hematología y líder de la Unidad de Mastocitosis de Blue Healthcare, nos acompaña para revelar todo lo que necesitas saber sobre esta patología. Con su ayuda, exploraremos cómo detectarla, entender sus complicaciones y las mejores formas de manejo. Acercándonos a la mastocitosis con claridad y sencillez, te invitamos a descubrir más sobre esta condición que, aunque poco conocida, es fundamental comprender.

Mastocitosis: una enfermedad rara

La mastocitosis comprende un conjunto de trastornos en los que se observa una acumulación inusual de mastocitos, que son células esenciales del sistema inmunitario y tienen un papel clave  en las reacciones alérgicas. En casos de mastocitosis, esta proliferación puede ocasionar una amplia gama de síntomas, los cuales varían dependiendo de la cantidad de mastocitos y los órganos que se vean afectados. Aprender sobre cómo estos mastocitos se distribuyen y funcionan es clave para entender las diversas manifestaciones de esta enfermedad poco común.

Causas y factores de riesgo de la mastocitocis

La genética juega un papel fundamental en la mastocitosis. Mutaciones en el gen KIT, que ayuda en el crecimiento y desarrollo de los mastocitos, están frecuentemente involucradas. Además, aunque no está completamente claro, se cree que ciertos factores ambientales y de estilo de vida podrían contribuir a la exacerbación de los síntomas.

Tipos de Mastocitocis

Existen principalmente dos tipos de mastocitosis: la cutánea y la sistémica. La mastocitosis cutánea se limita a la piel y es más común en niños, presentando síntomas como ronchas o lesiones que pican. En contraste, la mastocitosis sistémica afecta múltiples órganos, incluyendo el estómago, los intestinos, el hígado y el bazo, y suele ser más grave.

Hay dos tipos principales de mastocitosis:

  • Mastocitosis cutánea: Los mastocitos se acumulan principalmente en la piel. Es más común en niños y puede presentarse como ronchas, lesiones cutáneas o prurito.
  • Mastocitosis sistémica: Los mastocitos se acumulan en múltiples órganos internos, incluyendo el tracto gastrointestinal, hígado, bazo y médula ósea. Esta forma es más común en adultos y puede ser más grave, afectando diversas funciones corporales.

Síntomas de la mastocitocis

La variedad de síntomas de la mastocitosis puede cambiar considerablemente según el tipo de la enfermedad:

  • Mastocitosis cutánea: Predominantemente dermatológica, manifestándose en forma de lesiones en la piel que pueden picar.
  • Mastocitosis sistémica: Implica síntomas más extensos y variados, incluyendo problemas gastrointestinales, fatiga y mareos, que pueden agravarse por estrés o ciertos medicamentos.

Diagnóstico de la mastocitosis

El diagnóstico se basa en una combinación de evaluaciones clínicas y análisis de laboratorio. Un médico puede identificar la enfermedad a través de:

  • Síntomas visibles: Como las lesiones cutáneas.
  • Biopsia de piel o de médula ósea: Se realiza para detectar la acumulación anormal de mastocitos.
  • Niveles séricos de triptasa: Este es un indicador clave de la carga de mastocitos en el organismo. La triptasa es una enzima que se encuentra principalmente en los mastocitos, células del sistema inmunológico involucradas en las respuestas alérgicas y en la inflamación. Los niveles séricos de triptasa se refieren a la cantidad de esta enzima presente en la sangre.
  • Pruebas genéticas: Ayudan a identificar mutaciones en el gen KIT, comunes en muchos casos de mastocitosis. Comprender estos síntomas y métodos de diagnóstico es vital para una identificación y manejo efectivos de la mastocitosis.

Tratamientos y manejo de la mastocitosis

Aunque la mastocitosis no tiene cura, existen varios tratamientos que pueden ayudar significativamente a controlar y mitigar los síntomas. Los tratamientos varían dependiendo de la severidad y el tipo de mastocitosis, pero generalmente incluyen:

  • Antihistamínicos: Ayudan a reducir o prevenir los síntomas provocados por la liberación de histamina de los mastocitos.
  • Estabilizadores de mastocitos: Estos medicamentos previenen la liberación de sustancias químicas de los mastocitos, ayudando a controlar las reacciones alérgicas y otros síntomas asociados.
  • Tratamientos dirigidos para casos severos: En algunos casos, se pueden requerir terapias más específicas y potentes para manejar la enfermedad.

Además, es crucial adoptar cambios en el estilo de vida, como evitar los desencadenantes conocidos que pueden intensificar los síntomas, tales como ciertos alimentos, cambios de temperatura, o medicamentos que pueden provocar la liberación de mediadores de los mastocitos. La identificación y evitación de estos desencadenantes son pasos fundamentales para reducir los episodios de exacerbación y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Mastocitosis y síndromes mastocitarios no es lo mismo

Aunque pueden sonar similares, la mastocitosis y los síndromes mastocitarios no son lo mismo. La mastocitosis involucra específicamente un aumento en el número de mastocitos, que son células del sistema inmunitario, acumulándose de forma anormal en diferentes partes del cuerpo. Por otro lado, los síndromes mastocitarios se relacionan con cómo actúan los mastocitos, donde estos pueden comportarse de manera inusual sin necesariamente aumentar en número.

En resumen, mientras que la mastocitosis es sobre tener más mastocitos de lo normal, los síndromes mastocitarios tratan sobre mastocitos que no funcionan como deberían. Esta distinción es muy importante para asegurarse de que las personas reciban el diagnóstico y tratamiento correctos para su situación específica

Vivir con mastocitocis

Tener esta enfermedad supone como todas, marcarse unos retos. En el caso de la mastocitosis los síntomas pueden variar mucho de un día para otro sin previo aviso.

Recuerda que con apoyo y las adaptaciones adecuadas en casa y en el trabajo, puedes llevar una vida plena y activa. Formar parte de grupos de apoyo, como la Asociación Española de la Mastocitosis, te conecta con personas que entienden por lo que estás pasando y pueden ofrecerte consejos prácticos y apoyo emocional.

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