La psoriasis es una enfermedad cutánea que reduce la calidad de vida a quienes la padecen e incluso se ven más expuestos al estigma social y la discriminación. En este post, te contamos las 10 claves para cuidar tu piel cuando tienes psoriasis.
Estos días se está hablando mucho de la psoriasis.La popular influencer Kim Kardashian mostraba su lucha de más de una década contra la psoriasis. En las redes ya circula un vídeo de la popular emporesaria mostrando un brote de psoriasis en su pierna Pero a pesar de este mensaje de normalización queda mucho por hacer para conocer lo que es la psoriasis y las repercusiones que provoca en la vida personal y social.
El Dr. Pablo de la Cueva, jefe de la Unidad de Dermatología de Blue Healthacare y miembro de la Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV) nos enseña los detalles de esta afección que afecta a 2 de cada 100 personas en nuestro país.
Que es la psoriasis
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La psoriasis es una enfermedad de la piel que ocurre cuando nuestro sistema inmunológico, que normalmente nos protege de las enfermedades, se confunde y ataca a nuestras propias células de la piel. Esto provoca que las células de la piel se reproduzcan más rápido de lo normal, formando erupciones escamosas, pruriginosas e inflamadas, parches rojos y escamosos que a veces pueden ser dolorosos e irritantes. Imagina que la piel está tratando de renovarse, pero lo hace de manera exagerada y rápida. Estos parches, llamados lesiones psoriásicas, pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, como codos, rodillas, cuero cabelludo e incluso en las uñas. Aunque no es contagiosa, la psoriasis puede afectar la calidad de vida de las personas, causando molestias físicas y emocionales.
Es importante entender que es una condición crónica, pero hay tratamientos disponibles para ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Por qué se dan los brotes?
Los brotes de psoriasis suceden cuando nuestro sistema inmunológico, que normalmente nos protege, comienza a actuar de manera equivocada y ataca nuestras propias células de la piel. Esta confusión desencadena un proceso en el que las células de la piel se multiplican de forma acelerada, formando lesiones visibles en la superficie. Se podría decir que es como si nuestras defensas estuvieran demasiado activas, generando una respuesta exagerada en la piel. Factores como el estrés, las infecciones, cambios climáticos y ciertos medicamentos pueden desencadenar estos episodios, haciendo que las lesiones aparezcan o empeoren.
Descifrando las causas de la psoriasis
Desregulación inmunológica: En el corazón de la psoriasis está un sistema inmunológico hiperactivo. Las células T, parte fundamental del sistema inmunológico, atacan por error las células sanas de la piel, desencadenando la rápida proliferación celular.
Genética y antecedentes familiares: Existe una predisposición genética a la psoriasis. Si tienes familiares con la condición, es más probable que desarrolles la enfermedad.
Factores ambientales: Factores externos como el estrés, las infecciones (especialmente de la garganta), cambios climáticos extremos y lesiones en la piel pueden desencadenar brotes de psoriasis o empeorar los síntomas existentes.
Estilo de vida y hábitos: El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol se han vinculado a un mayor riesgo de psoriasis. Mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el impacto de la enfermedad.
Medicamentos y tratamientos: Algunos medicamentos, como los betabloqueantes; que actúan bloqueando los efectos de las hormonas del estrés en el cuerpo y ayudan a reducir la presión arterial, mejorar la función cardíaca y prevenir ciertos problemas de salud y los antimaláricos, así como la suspensión abrupta de tratamientos con corticosteroides, pueden desencadenar brotes de psoriasis.
Obesidad: La obesidad se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar psoriasis, y puede influir en la gravedad de los síntomas.
Si bien la psoriasis no tiene cura, conocer estos factores nos permite tomar medidas para reducir la frecuencia y la intensidad de los brotes, mejorando así la calidad de vida de quienes viven con psoriasis.
Tipos de psoriasis.
No hay un único tipo de psoriasis. depende de la zona del cuerpo donde aparece y según cómo se manifiesta.
- Psoriasis en placas: Esta variante es la más común, manifestándose con placas rojas y escamosas que suelen aparecer en áreas como codos, rodillas y el cuero cabelludo.
- Psoriasis en las uñas: Impacta las uñas de manos y pies, generando cambios notables como decoloración y engrosamiento.
- Psoriasis en gotas: Caracterizada por pequeñas lesiones dispersas por todo el cuerpo, esta forma es predominantemente observada en niños y adolescentes.
- Psoriasis inversa: Localizada en áreas de pliegues, como axilas, ingles, debajo del pecho y la zona genital, esta variante presenta una apariencia distinta.
- Psoriasis pustulosa: Menos común pero más grave, se manifiesta con la presencia de pústulas llenas de pus, agregando un nivel de complejidad a la condición.
- Psoriasis eritrodérmica: Aunque menos frecuente, esta variante provoca una erupción generalizada enrojecida, llevando la expresión de la psoriasis a un nivel más extenso y notorio.
Tratamientos para la psoriasis
- Cremas y Ungüentos Tópicos. Ayudan a reducir la inflamación y aliviar la picazón y controlan el crecimiento celular excesivo.
- Fototerapia. Consiste en la exposición controlada a luz ultravioleta. También se usa el psoraleno, que son sustancias vegetales que impiden la división de las células de la piel.
- Medicamentos sistémicos. Sirven para suprimir o modular la respuesta inmunológica, así como derivado de la vitamina A que reducen la proliferación celular.
- Inhibidores biológicos. A través de proteínas, que son parecidas a las que tenemos en nuestro cuerpo, se fabrican estos utilizando técnicas especiales de biotecnología. Su función es ayudar a controlar la inflamación que afecta a las articulaciones y la piel
- Tratamientos combinados. A veces, se mezclan diferentes enfoques para aumentar la eficacia.
Pasos hacia el control de esta enfermedad
1. Consulta a un dermatólogo
El primer paso ante la manifestación de un brote de psoriasis es buscar la orientación de un dermatólogo. Este profesional de la piel puede proporcionar un diagnóstico preciso, identificar el tipo específico de psoriasis y diseñar un plan de tratamiento personalizado. La consulta temprana permite abordar la afección de manera más efectiva y prevenir posibles complicaciones.
2. Hidratación y protección
El uso regular de cremas y ungüentos hidratantes ayuda a reducir la sequedad, aliviar la picazón y mantener la piel en condiciones óptimas. Además, es esencial proteger la piel de factores externos, como la exposición excesiva al sol y el uso de productos químicos agresivos, que pueden desencadenar o empeorar los brotes.
3. Evitar el rascado
Aunque puede resultar tentador rascarse, este hábito puede exacerbar la irritación y causar lesiones en la piel. En lugar de rascarse, se pueden aplicar compresas frías, utilizar lociones calmantes o explorar técnicas de distracción para aliviar la picazón sin dañar la piel afectada.
4. Elección de Ropa Adecuada
Optar por prendas suaves y transpirables ayuda a prevenir la irritación de la piel. Las telas ásperas o ajustadas pueden empeorar los síntomas y aumentar el malestar durante un brote.
5. Identificación y evitación de factores desencadenantes
Pueden incluir el estrés, ciertos alimentos, cambios climáticos u otros desencadenantes ambientales. Mantener un registro de los brotes y sus posibles desencadenantes puede ayudar a identificar patrones y tomar medidas para evitar o mitigar estos factores.
6. Baños terapéuticos: cómo aprovechar al máximo el agua
Se recomienda utilizar agua tibia en lugar de caliente, ya que el agua caliente puede resecar la piel. Añadir sustancias como aceites naturales, avena coloidal o sales de baño puede ayudar a calmar la piel y proporcionar un alivio temporario de los síntomas.
7. Protección Solar
La exposición controlada al sol puede ser beneficiosa para algunas personas con psoriasis, ya que la luz ultravioleta puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar los síntomas. Sin embargo, es fundamental tomar precauciones, como el uso de protector solar, para evitar quemaduras y empeoramiento de la condición.
8. Medicamentos tópicos
La aplicación adecuada y regular de estos medicamentos ayuda a reducir la inflamación y controlar los síntomas. Siguiendo las indicaciones del dermatólogo y manteniendo una rutina consistente, se pueden lograr resultados óptimos.
9. Dieta equilibrada
Algunas investigaciones sugieren que ciertos alimentos pueden desencadenar brotes o, por el contrario, tener propiedades antiinflamatorias beneficiosas. Adoptar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, pescado y granos enteros puede ayudar a mantener la salud de la piel.
10. Manejo del estrés
Incorporar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudar a reducir la tensión emocional y contribuir al control de los síntomas. Integrar estas prácticas en la rutina diaria puede tener beneficios a largo plazo en la gestión global de la psoriasis.
El desafío de la psoriasis
El seguimiento por parte de un dermatólogo, la adopción de hábitos saludables y la comprensión de los factores desencadenantes individuales son pasos fundamentales.
La psoriasis puede presentar desafíos, pero con el enfoque adecuado y la atención continua, es posible lograr un manejo efectivo y recuperar la confianza en la salud de la piel. Cada individuo es único, y el tratamiento debe adaptarse a sus necesidades específicas.
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